DJOKOVIC GANA SIN JUGAR BIEN

NUEVA YORK. Podría decirse que el US Open verdaderamente no ha comenzado para Novak Djokovic, porque el serbio aún no ha alcanzado ni el 75% de su nivel, y aún así está en los cuartos de final. Este lunes remontó (1-6, 6-3, 6-2 y 6-2 en 2:58) después de perder el primer set con claridad y sufrir hasta la mitad del segundo (hubo un juego de 23 minutos) contra el estadounidense de 20 años y 99º del mundo Jenson Brooksby, un jugador con un estilo de juego extrañísimo que sacó de quicio al número uno hasta que se le acabaron las fuerzas. Djokovic no jugó bien, cometió 41 errores no forzados, pero es tan bueno y tiene tanta determinación, que no le hizo falta recurrir a su mejor versión para derribar al muchacho de California. “Tiene un futuro brillantes, mucho talento y mucho margen de mejora porque es muy joven”, dijo de él.

Sí le hará falta el miércoles cuando se enfrente a Matteo Berrettini, en la revancha de la última final de Wimbledon ganada por el balcánico. El italiano venció con alguna dificultad (6-4, 3-6, 6-3 y 6-2 en 2:24) a un meritorio Oscar Otte, que terminó el partido lesionado después de pegarse dos o tres revolcones en la pista. Al final, Matteo tuvo el bonito detalle de pedirle al público que aplaudiera al alemán, que venía de jugar la previa, en vez de a él. “Hemos jugado en todas las superficies (3-0 para él), todo su juego es bueno y va a ser un partido emocionante”, dijo el líder del ranking en el primer lleno absoluto de la Arthur Ashe.

Lo que ha conseguido Djokovic en estos cuatro partidos es acumular tensión y minutos en pista, cosas que después de no preparar el último Grand Slam del año en los torneos previos, como suele ser habitual, le habrán venido bien para lo que le queda por delante. Eso no quita que sus sensaciones en el primer set ante Brooksby, un chico que estuvo casi un año sin jugar por lesión pero que se plantó en esta cuarta ronda con mucho mérito, no fueran horrorosas. Con fallos de bulto, remates malísimos y el desorden al que le llevó su extraño rival, que tiene un revés cortado a dos manos muy poco ortodoxo, un saque sin impulso y un drive inusual que marca con el codo izquierdo.

ESTRATEGIA

Puede que a Nole, un tipo serio en la pista, que además se encontró mal y tuvo que tomarse una pastilla, esas cosas le descentraran. De hecho, su oponente tenía clara la estrategia y la reveló antes de salir a la pista: “Mi entrenador me ha dicho que le moleste todo lo que pueda, constantemente”. Por eso rugió el de Belgrado un par de veces, para despertar y abatir al americano, que acabó desfondado. Y al final del cuarto set alzó el puño tras una recuperación al límite. Gasolina para la máquina.