ZVEREV, UN MAL MOMENTO EN SU MEJOR TIEMPO

BERLIN. Alexander Zverev atraviesa por el mejor momento de su carrera deportiva. El tenista alemán ha ganado en las últimas semanas el oro olímpico en Tokio y el Masters 1000 de Cincinnati, resultados que le han permitido desbancar a Rafa Nadal y colocarse en el cuarto puesto el ranking ATP.

Sin embargo, sobre Sascha sigue planeando la sombra del escándalo de presuntos malos tratos que le persigue desde el año 2019, cuando su expareja, la también tenista Olga Sharypova, reveló que el alemán la había agredido de forma habitual durante su relación.

La primera vez que me pegó fue en Mónaco. Habíamos discutido, estábamos en el pasillo. Me cogió de la cabeza y me golpeó contra la pared. Me desplomé del golpe, me quedé sin conocimiento, y se asustó tanto que se inventó una historia en la que me decía que yo le había agredido y que él no había hecho nada. Habíamos discutido muy fuerte unos meses antes en Maldivas, durante un viaje con amigos suyos en los que me sentí humillada por cómo se comportó. La violencia que más duele a veces no es la física, sino la emocional, y siempre que llegó a pegarme antes había pasado un calvario a nivel psicológico por su culpa”, explicó en su día visiblemente afectada.

Pues bien, en las últimas horas la rusa ha concedido una entrevista a ‘Slate’ en la que vuelve a cargar con dureza con Zverev, revelando un durísimo altercado vivido durante la disputa del Masters 1000 de Shanghai en octubre de 2019.

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Estaba con mi amiga en un salón de belleza y de repente empecé a recibir mensajes de Sascha. Estaba indignado porque no estuviera en el hotel esperándole y me regañaba con furia porque había dejado una caja con frutas que nos había regalado nuestra amiga, en su camilla de masajes. “¿Por qué has dejado esto aquí? Necesito que la habitación esté limpia, no entiendo qué haces en un salón de belleza en vez de estar aquí. ¿No me quieres?”, relató la joven.

“Cuando llegué al hotel, Sascha me recibió muy serio y me dijo que había estado esperándome y que ahora sería yo quien le esperaría a él. Se fue y me dejó sola en la habitación, después de decirme cosas muy feas. Me hundí, no sabía qué hacer y volví a inyectarme insulina, no quería seguir luchando. Cuando vuelve, mide mi nivel de azúcar, me da algo de glucosa y me grita indignado que cómo puedo hacerle eso y que si me doy cuenta de los problemas que le ocasiono si muero en su habitación. Me decía que él era la víctima y que no le dejaba concentrarse, pero cuando le propuse cortar la relación e irme, me lo imposibilitó”, prosiguió Sharypova, que explicó que el tenista se puso violento y la agarró del cuello y empujó contra la pared mientras le gritaba enfurecido.

Espero que te mueras, pero no lo harás en mi habitación. Inyéctate insulina si quieres en la calle, pero yo no quiero problemas“, dijo Zverev según Sharypova, que también tuvo que aguantar el desprecio del padre del tenista. “Eres basura, no te necesitamos“, llegó a decirle.