NUEVA YORK — Durante dos sets completos, Alexander Zverev se mostró confundido y apático. Su lenguaje corporal se vio tan mal como la proporción de sus tiros ganadores y errores en la semifinal del Abierto de Estados Unidos ante Pablo Carreño Busta.
El alemán cometió una doble falta y se mostró evidentemente frustrado. Con un revés a la red cedió el primer set y se cubrió la cara con las manos.
Un poco antes dejó en la red un tiro de derecha —en un lapso en el que perdió nueve puntos seguidos y 17 de 19. Volteó con cara de preocupación a la suite de invitados y levantó las palmas.
Al cumplirse una hora y 25 minutos de partido, Zverev ejecutó demasiado largo un revés y meneó la cabeza. Perdía por dos sets, un déficit que el tenista de 23 años no había remontado jamás. Tampoco había llegado nunca a la final de un Grand Slam.
Poco después, logró ambas cosas.
Zverev logró una remontada increíble, enderezando su juego para derrotar 3-6, 2-6, 6-3, 6-4, 6-3 aun Carreño Busta que se fue diluyendo. Así, llego al duelo por el título en Flushing Meadows.
“Estaba de ‘no lo creo. Estoy disputando una semifinal en la que se supone soy el favorito y estoy abajo por dos sets a cero y no tengo oportunidad. Estoy jugando así de mal’”, reconoció Zverev. “Sabía que tenía que salir con un mejor tenis y ser más estable”.
El último hombre en ganar una semifinal del US Open tras estar abajo 2-0 fue Novak Djokovic en el 2011 ante Roger Federer. Zverev acompaña ahora al serbio también con otro logro: Ser el finalista más joven en la rama masculina de un Grand Slam desde que Djokovic llegó al duelo por el cetro en Nueva York en 2010, a los 23 años.
En el duelo del domingo, el quinto preclasificado enfrentará a Dominic Thiem (2do) o Daniil Medvedev (3ro), quienes se enfrentaban más tarde.
Habían pasado 16 años desde que una semifinal de Grand Slam no contaba con Federer, Djokovic o Rafael Nadal.
Un día después de que se disputaron unas semifinales femeninas competitivas y con buenos puntos —que ganaron Naomi Osaka y Victoria Azarenka, quienes se enfrentarán el sábado por el campeonato— Carreño Busta y Zverev no ofrecieron nada de lo mismo en los primeros dos sets.
Antes de que iniciara el quinto parcial, Carreño Busta pidió atención médica en su espalda. Lo mismo hizo en el maratónico duelo de cuartos de final ante Denis Shapovalov.
En esta ocasión fue Zverev el que mejoró, sin inmutarse cuando el español envió dos veces las bolas directamente en su dirección en el cuarto set.
Cuando todo terminó con un quiebre en el último servicio, Zverev finalmente se permitió sonreír.