ORLANDO. El ex número uno Tiger Woods, campeón de quince ‘majors’, avanza en su rehabilitación “para tratar de mejorar y volver a jugar al golf” tras el accidente que sufrió el 23 de febrero pasado, afirmó este miércoles el capitán del equipo de Estados Unidos de la Ryder Cup, Steve Stricker.
Los pupilos de Stricker se prepararan para el duelo contra Europa a partir del 24 de septiembre y en este proceso llegó a evaluarse la posibilidad de que Woods, de 45 años, integrara la delegación en el rol de asistente técnico.
Stricker anunció a SiriusXM Radio que el de Cypress (California) no será uno de sus asistentes, pero precisó que ha estado en contacto y cada vez lo nota mucho mejor en todo el proceso de recuperación.
“He hablado mucho con Tiger”, dijo el capitán tras reiterar que “es parte de esta familia de la Ryder Cup”.
“Esta vez no podrá ser asistente de capitán solo por su rehabilitación en curso para tratar de mejorar y volver a jugar al golf. Y eso va bien. Progresa, lo está haciendo bien, las cosas van en la dirección correcta”, destacó.
Woods sufrió fracturas en la pierna y el tobillo derechos al colisionar con su vehículo en el sur de California.
Ni Woods ni su agente, Mark Steinberg, han ofrecido información desde finales de abril, cuando el jugador publicó en sus cuentas de redes sociales una foto suya con muletas en su residencia.
Woods jugó por última vez en diciembre en el evento Padre-Hijo con su hijo, Charlie. Su último torneo oficial fue el Masters 2020 en noviembre.
Se había sometido a una cuarta cirugía de espalda a fines de diciembre y se estaba recuperando en febrero cuando ocurrió el accidente mientras se dirigía a una filmación de un documental en un campo de golf.
Woods conducía a alta velocidad cuando su automóvil terminó rodando en una zona cubierta de hierba.
Estuvo internado en el hospital durante casi un mes y las autoridades completaron una investigación en la que se determinó que el accidente solo estuvo relacionado con el exceso de velocidad.