NUEVA YORK. De conquistar el US Open, Djokovic conseguirá el primer pleno de trofeos de Grand Slam en una temporada en 52 años y superará en títulos de torneos grandes a Roger Federer y Rafa Nadal, con 21.
“No quiero pensar en eso”, dijo Djokovic sobre el gran reto. “Sé que está ahí pero quiero ir paso a paso”. Su rival en semifinales será el alemán Alexander Zverev, su verdugo en las semifinales de los pasados Juegos de Tokio-2020. “Está en una forma tremenda. Ha ganado mucho últimamente”, dijo Djokovic sobre Zverev.
“Conozco muy bien su juego. Cada partido es ajustado (…) Cuanto mayor es el desafío, más gloria lleva superarlo”. El choque del miércoles siguió un guión parecido al de la final de Wimbledon, en la que Djokovic batió a Berrettini, sexto sembrado en Nueva York, después de ceder el primer set. En total era la tercera vez que ambos jugadores se encontraban desde junio, ya que ‘Nole’ también se impuso en los cuartos de Roland Garros.
“Ha sido un gran partido. Matteo es un gran jugador, un top-10 establecido. Siempre que jugamos es una batalla ajustada y no fue diferente hoy”, afirmó Djokovic.
El tenista romano, que no se había topado con ningún cabeza de serie camino a estos cuartos, lanzó su desafío al serbio en un intenso primer set de 77 minutos en el que trató de intimidarle con su principal arma, su descomunal primer servicio.
Con una rutina de soplar la empuñadura de su raqueta, como si fuera su fusil, el romano levantaba la pelota por encima de sus 1,96m de altura para disparar golpes que llegaron a alcanzar los 218 km/h.
Los misiles de Berrettini causaron estragos incluso en un tenista tan fiable al servicio como Djokovic. El número uno mundial tuvo su única oportunidad de romperle el saque en el quinto juego, pero Berrettini resistió a 12 minutos de batalla y dos pelotas de quiebre. La oportunidad del italiano llegó con empate 5-5 cuando selló el quiebre con un espectacular ‘passing’ que puso de su lado a los aficionados que anhelaban un choque emocionante.