NUEVA YORK. El MVP de la liga regular es el premio más prestigioso que puede recibir un jugador en la NBA. La práctica totalidad de los más grandes de la historia lo han recibido. En algunos casos en varias ocasiones (Kareem tiene seis, más que nadie, Russell y Jordan cinco, Chamberlain y LeBron cuatro…). A pocos días de comenzar la nueva temporada, las apuestas dejan un grupo claro de favoritos, encabezado por el mismo jugador que, por estas fechas, ya estaba el primero en las listas de casi todas las casas de apuestas. Aunque Luka Doncic no logró ni siquiera entrar entre los tres finalistas de 2021 (fue sexto), el esloveno vuelve a colocarse como máximo aspirante. En este caso parece que con cuatro rivales más potentes y otros cinco que a estas alturas aparecen como alternativas de menor rango. Estos son los 10 favoritos:
Luka Doncic
Máximo favorito en todas las casas de apuestas. Sin embargo, hace unos días los general managers de las 30 franquicias le colocaron por detrás de Kevin Durant en la carrera. ¿Quién tiene mayores dotes de pitoniso? De momento el esloveno, ya completamente asentado en la élite de la liga después de acabar los dos últimos años en el mejor quinteto de la temporada, aspira a convertirse en uno de los MVPs más jóvenes de la historia. Sin cambios sustanciales en la plantilla de los Mavericks, su actuación volverá a ser capital en las aspiraciones de su equipo. Un buena temporada de los Mavs le catapultaría hacia el premio.
Kevin Durant
El mejor jugador del que parece el mejor equipo y máximo aspirante al título. Si juega a su nivel y los Nets cumplen las expectativas, será difícil arrebatarle el premio. En su contra juega tener a James Harden como compañero, de lo que hablaremos más adelante, y que este año sólo vale la excelencia. Cualquier cosa que baje del sobresaliente, aunque en el mes de junio acabe en título, le restaría opciones automáticamente.
Giannis Antetokounmpo
Tras dos MVPs seguidos, el año pasado se bajó del podio. A cambio, fue MVP de las Finales y, claro, campeón de la NBA. Seguro que no le afectó el cambio. Lo que también se ganó fue el respeto de toda la liga, que por fin no discute su importancia como líder y su espíritu de ganador. Reforzado en lo que todos sabíamos, incluso los que no querían admitirlo, que es uno de los mejores jugadores del planeta, este año puede volver a dar guerra por el MVP. De ganarlo se pondría a la altura de Moses Malone, Larry Bird y Magic Johnson, y con sólo cinco jugadores por delante en la clasificación histórica. Casi nada.
Joel Embiid
Para muchos el mejor pívot de la liga, vio como el año pasado perdía el premio a manos de… Otro pívot (Nikola Jokic). Sus problemas con las lesiones, que ya le quitaron en su día el premio de Rookie del Año, son su mayor enemigo en esta pelea. La temporada pasada se perdió 21 partidos, la anterior 22. No ha habido año que no se haya quedado sin jugar al menos 18 encuentros de temporada regular. Eso es una losa tremenda en la carrera por el MVP, casi un 25% de la liga sin jugar. Si consigue librarse de esa carga, algo difícil de suponer a estas alturas de su carrera, será tan favorito como el que más.
Stephen Curry
Después de una temporada, la 19-20, sin apenas jugar por una lesión en la mano, el base de los Warriors volvió el curso pasado al mejor nivel de su carrera. Una frase osada teniendo en cuenta de quién estamos hablando, pero que se sostiene por números y sensaciones. Sin embargo, sólo le alcanzó para ser tercero en la votación del último MVP. EN la misma situación que Anteto en cuanto a número de premios (busca su tercero), a poco que Klay Thompson vuelva bien es evidente que los Warriors acabarán por encima del octavo puesto de mayo. Si Curry vuelve a jugar igual, discutirá el premio con todas las de la ley.
LeBron James
Eterno candidato que no gana el premio desde 2013. Hace dos temporadas estuvo a punto de conseguirlo, lo que le habría puesto a la altura de Bill Russell y Michael Jordan, pero al final se lo llevó Giannis. De llevárselo, lo haría con 37 años, lo que le convertiría en el jugador más mayor de la historia en conseguirlo (el récord lo tiene Karl Malone con 35 en 1999). Lo cierto es que aunque sigue siendo determinante en el juego, poco a poco le van superando otras estrellas, algunas jóvenes y otras no tanto, en el imaginario colectivo. Aunque aún no se le puede descartar, cada vez parece más difícil que alcance a Jordan en MVPs.
Nikola Jokic
El serbio defenderá galardón desde una posición siempre difícil. Aunque Antetokounmpo lo hizo justo antes de que él ganase, son muy pocos los que han conseguido repetir dos años seguidos como MVP. El regreso de Jamal Murray, parece que en enero, puede dar un impulso a los Nuggets, lo que siempre ayuda a la candidatura de un jugador. Además, Jokic ha demostrado que lo que hizo la temporada pasada no era flor de un día y cabe esperar que esté a un nivel parecido.
Damian Lillard
Uno de esos jugadores a los que parece que el reconocimiento individual siempre ha estado un poco por debajo de lo que merece. Es probable que le falte algo de regularidad para optar al 100% a este premio y que su franquicia no ayude. Portland es un mercado pequeño y el equipo, un habitual en playoffs, nunca es un aspirante real al anillo. Lillard amagó con pedir el traspaso y vestir una camiseta distinta a la de los Blazers por primera vez en su carrera, pero finalmente la cosa parece haberse calmado… Por ahora. Si sigue allí, sus opciones se reducen.
Trae Young
En la que va a ser su cuarta temporada en la liga, Trae aparece por primera vez en el top-10 previo al inicio de curso. Un jugador especial y diferente, con un talento innato en ataque, que a pesar de su corta edad ha demostrado ser un líder dentro de la pista capaz de comandar a su equipo a las últimas finales del Este. En cuanto a clasificación parece difícil que los Hawks den un paso adelante respecto al curso pasado (fueron quintos). En lo individual Trae tiene margen de mejora. ¿Que este MVP le llegue un poco pronto en su carrera? Puede ser. Pero estamos sin duda ante un potencial ganador en los próximos años.
James Harden
La Barba jugó uno de los mejores baloncestos de su carrera el año pasado en Brooklyn. Ya pocos se acuerdan del sainete en su salido de Houston, porque al final si juegas bien (y él juga muy bien), eso es lo que queda. Poniéndole de base, Steve Nash sacó el mayor partido a su estilo de juego en un equipo que no necesita que se juegue todo lo que pasa por sus manos. Bajó su producción anotadora, que en los Rockets alcanzó números de otra época, pero a cambio se convirtió en un jugador de equipo que hace mejores a sus compañeros. El problema con su candidatura es que tiene a Kevin Durant por delante y eso son palabras mayores. Y el peligro para los dos, más para el alero que para él, es que a la hora de votar se quiten votos el uno al otro al representar al mismo equipo.