Las claves de la victoria de Fury

1- La estrategia de Fury con el peso funcionó

Tyson Fury había avisado en la previa de que iba a llegar a esta pelea con más peso que en la anterior. Finalmente fueron 1,8 kilos mas, tuvo poca importancia. La clave estuvo en los casi 18 que le sacaba a Wilder. Obviamente eso se notaba a la hora de pegar, pero sobre todo se evidenció en el cuerpo a cuerpo. El inglés lo buscó de manera descarada durante gran parte del combate. ¿Por qué? El desgaste físico que provocó en Wilder fue notable.

2- Wilder se olvidó de golpear abajo

Deontay Wilder, que estrenaba esquina, sorprendió a todos. Habitualmente, confiado en su pegada, busca golpear a la pera de inicio para intentar lograr golpes en frío que acaben con todo. Este sábado buscó pegar abajo para quitar piernas. Lo hizo dos asaltos, pero dejó de intentarlo. Primero porque Fury subió el ritmo y después, tras la caída, porque se puso a buscar el KO. Dejó escapar una parte muy importante.

3- La presión volvió a ahogar a Wilder

Fury, en su segunda pelea, consiguió agotar a Wilder mentalmente con su presión. Boxeando hacia atrás, el estadounidense sufre y deja huecos. Así volvió a suceder en este combate. Sí que es cierto que las dos caídas del campeón llegan por una derecha a la contra, pero en el resto del combate, el ‘Bombardero de Bronce’ no estaba cómodo al moverse y era cuando dejaba muchos huecos.

4- El bajón físico de Wilder

La primera caída, la transferencia de peso del inglés, la presión de Fury y la reiteración en los golpes que recibió pasaron factura a Wilder. El estadounidense había subido casi tres kilos de peso, estaba más fuerte… pero todos esos factores mermaron mucho a Deontay. Tanto fue así, que a partir del sexto asalto se le notó la fatiga y desde el octavo estaba claro su bajón físico. Perdió incluso pegada.

5- La diferencia fue la resistencia, no la pegada

Nadie puede achacar a Deontay Wilder valentía y arrojo, pero su quijada fue mas débil. Con su primera caída, el estadounidense se quedó sentido. Por el contrario, y pese a irse dos veces al suelo en el mismo asalto, Fury pudo rehacerse y recuperarse muy bien de la tremenda derecha a al sien que inició todo. Había dudas sobre la preparación del inglés. Fue perfecta y eso se evidenció en su aguante. El ‘Bombardero de Bronce’ es un gran pegador, el ‘Gipsy King’ te ahoga por ritmo y potencia… pero esas no fueron las claves. La resistencia de cada uno determinó que Fury pudo recuperar su boxeo y Wilder no.