Aunque suene histriónico, Helmut Marko quería contagiar con COVID-19 a los pilotos de Red Bull que compiten en la Fórmula 1. Su plan pasaba por organizar una especie de campamento o entorno controlado en el que superasen la enfermedad rápidamente, “son jóvenes y están fuertes”, y afrontasen la temporada 2020 inmunes y sin riesgo de contagio posterior. El asesor de Red Bull y hombre fuerte de Dietrich Mateschitz en el Gran Circo lo propuso, según explica a la televisión austriaca ‘ORF’: “La idea era organizar ese ‘stage’ donde pudiéramos traerlo. Sería el momento ideal para que la infección llegara y todos son jóvenes fuertes con muy buena salud. Estarían preparados para cuando comenzase la temporada y para lo que se presume un campeonato realmente duro, una vez empiece”.
La firma energética cuenta con cuatro pilotos de F1, Verstappen y Albon en el primer equipo más Gasly y Kvyat en Alpha Tauri. La idea, Marko cree, era buena. Pero no irá más allá: “Digamos que no ha sido bien recibida”, transmite. Mientras tanto, algunos de sus pupilos siguen mejorando su estado físico o incluso compitiendo en pruebas de simracing, como es el caso de ‘Mad Max’: “Creo que ahora compite en más carreras que durante una temporada”.