Andorra.- El estadounidense Sepp Kuss es uno de los muchos ciclistas profesionales que viven en Andorra y por lo tanto se conoce todos los puertos, todas las curvas de las bellas y duras montañas que del gran país de los Pirineos como el salón de su casa, pero curiosamente el norteamericano no suele entrenar por Beixalis, ya que su dureza le parece excesiva.
Quizá por ello, el ciclista de Durando ha lanzado su segundo ataque demoledor en las rampas más duras de esta cota, sintiendo además el ánimo de sus familiares que le arropaban en la misma carretera.
“Es increíble, ¡no tengo palabras! Todavía no puedo creer que haya ganado una etapa del Tour de Francia. Para ser sincero, estaba sufriendo muchísimo en esta carrera. No tenía chispa en las piernas. Hoy hemos acabado en el lugar donde vivo, así que me sentía muy motivado para rendir bien; eso me ha dado un punto extra. Además, mi novia y su familia estaban animándome desde la cuneta en la subida final. Es genial sentir que tanto mi familia de sangre como mi familia española me apoyan a tope”, reconocía el corredor del Jumbo-Visma nada más acabar la etapa a la web del Tour.
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“Es genial sentir que tanto mi familia de sangre como mi familia española me apoyan a tope”
Seguidamente aplaudía la labor que para él realizó Van Aert: “Fue un día muy duro en la escapada. Wout [van Aert] trabajó para mí en toda la aproximación a Beixalis, demostrando el tipo de campeón que es. Yo conozco muy bien la subida a Beixalis, aunque no suelo hacerla entrenando porque es demasiado dura. Sabía que el primer kilómetro era el lugar perfecto para abrir un hueco que defender hasta la cima, y así lo hice”.
Y, de cara a lo que resta de Tour, desde “Jumbo-Visma tenemos la intención de buscar victorias de etapa y apoyar a Jonas [Vingegaard] en la lucha por la general, aunque no será fácil con solamente cinco ciclistas. Por mi parte, desde ya estaré al servicio de Jonas hasta París”.