Flushing, New York.- El serbio Novak Djokovic accedió a su séptima final del Western & Southern Open en una batalla de supervivencia. En la cancha Louis Armstrong, sin público, pero repleta de intensidad, el balcánico amplió hasta el 22-0 su inmejorable balance en la temporada 2020 y resistió en el encuentro más exigente de toda la semana.
El No. 1 mundial necesitó tres horas exactas para remontar por 4-6, 6-4, 7-6(0) a uno de los jugadores que más le incomodaron recientemente en el circuito. Si Bautista le había ganado los últimos tres partidos sobre pista dura (Shanghái 2018, Doha 2019 y Miami 2019), el encuentro sirvió para demostrar que el español sigue sin sentir temor alguno.
La primera manga arrojó a un Bautista repleto de concentración. El español planteó un partido de puro desgaste: cruzó el 90% de sus golpes, jugando con la seguridad como sello pero exigiendo metros a las piernas de Djokovic antes de buscar el golpe ganador. Así logró romper en dos ocasiones el servicio del serbio, arañándole al menos una manga por quinto partido consecutivo.
Las dificultades fueron visibles para un Djokovic que rozó el precipicio. La resistencia de Bautista llegó a colocarle con 1-1 30-30, acariciando con la yema de los dedos un set y rotura de ventaja en el marcador. Entretanto el balcánico buscaba soluciones entre visibles gestos de dolor, hasta el punto de ser atendido por los fisioterapeutas para tratar dolencias en el cuello.
En una segunda manga de ida y vuelta ambos jugadores se batieron a base de virtudes. Si Djokovic encontró el oxígeno para despegarse en el marcador, levantando una renta de 4-1 a base de reveses cortados y dejadas, Bautista se resitió a bajar los brazos. El español asumió los cambios de ritmo y mostró una velocidad de piernas total, convirtiendo en un 4-4 lo que para muchos hubiera sido un imposible.
La amenaza de lluvia obligó a cerrar el techo del Estadio Louis Armstrong en un momento crítico del segundo set, sumando una pizca de suspense al desenlace del partido. Tras asegurar su servicio y colocar el 5-4, Djokovic solicitó la cobertura retráctil de la cancha. Un juego más tarde, el balcánico igualaba al resto un partido agónico.
La manga definitiva dejó paso al corazón. Bautista mantuvo una entrega sin excepciones, restó con intención desde los primeros juegos y llegó a ponerse con ventaja (2-1) en las faldas del parcial. Sin embargo, allí apareció la versión más firme del serbio, capaz de reaccionar cuando se encuentra más acorralado. El No. 1 mundial encadenó cuatro juegos (2-5) montado sobre su revés, la anticipación y una capaz de sufrimiento sin fisuras.
Por si el partido no tuviera suficiente drama, Bautista volvió a equilibrar otra manga que parecía perdida y el duelo se abrió a un incierto intercambio de golpes. Una carrera que nadie era capaz de completar. Cuando Djokovic sacó con 5-4 para cerrar el encuentro, el español recuperó en blanco la rotura. Después, cuando Roberto sirvió para entrar en la final con 6-5 fue Djokovic quien reaccionó para llevar la batalla al tiebreak. Un desempate donde el No. 1 mundial no perdonó, culminando el vía crucis con un incontestable 7-0.
La victoria permite a Djokovic tener una cita con la historia y remarcar su enorme peso en una era de elegidos. El jugador de Belgrado buscará su 35ª corona individual Masters 1000 e igualar la plusmarca que ostenta el español Rafael Nadal en la categoría dorada del ATP Tour.
En una atípica temporada 2020, marcada por la pandemia de COVID-19 que forzó la suspensión del circuito durante cinco meses, Djokovic aspira a convertirse en el único jugador con tres coronas individuales en el curso. El balcánico se impuso en el Abierto de Australia (v. a Thiem) y en el Dubai Duty Free Tennis Championships (v. a Tsitsipas) subrayando su dominio de la pista dura.
Djokovic se enfrentará en la final del Western & Southern Open al canadiense Milos Raonic, aspirante a la primera corona ATP Masters 1000 de su carrera. El balcánico domina de manera impecable (10-0) el historial ATP Head2Head entre ambos, habiendo cedido apenas dos mangas en una decena de enfrentamientos.
Ambos han disputado dos finales ATP Masters 1000 sobre pista dura en el pasado, con dos contundentes victorias para Djokovic en el Rolex Paris Masters 2014 y en BNP Paribas Open 2016. El choque más reciente entre serbio y canadiense tuvo lugar el pasado mes de enero los cuartos de final del Abierto de Australia. El No. 1 mundial se impuso sin entregar un turno de servicio.