SAN JUAN.– La Vuelta a San Juan echó el cierre a su cuarta edición desde su ascenso a categoría internacional con la victoria del belga Remco Evenepoel y con el principal reto pendiente de seguir creciendo con la creación de una carrera femenina.
La ronda sanjuanina está plenamente asentada en el calendario ciclista internacional y tras la cancelación del Tour de California se ha consolidado como la prueba de referencia del continente por su eficiente organización y un alto nivel de participantes.
Desde que en 2017 entrara en el calendario UCI, por las carreteras de San Juan han pedaleado los mejores ciclistas del pelotón internacional como los belgas Remco Evenepoel y Tom Boonen, el eslovaco Peter Sagan, los colombianos Nairo Quintana, Fernando Gaviria y Egan Bernal, los franceses Julian Alaphilippe, Rudy Barbier y Guillaume Martin, el italiano Vincenzo Nibali, el británico Mark Cavendish, el español Oscar Sevilla o el ecuatoriano Richard Carapaz.
Este año la carrera tuvo un gran impulso por su entrada en la UCI Pro Series, la nueva categoría que ha generado la Unión Ciclista Internacional con el objetivo de fortalecer la posición del ciclismo entre los mayores deportes profesionales del mundo.
El crecimiento que está teniendo la prueba se resume en cifras como la retransmisión televisiva a 174 países, la participación junto a equipos del World Tour de seis selecciones nacionales (Italia, Rusia, Brasil, Panamá, Perú y Venezuela) o los más de cuatrocientos periodistas acreditados que llegaron hasta San Juan desde todos los rincones del planeta la última edición.
Entre los retos que persigue la organización para el futuro están el de tener también una carrera femenina de nivel internacional, como desveló a EFE el presidente de la Unión Sudamericana de Ciclismo, el argentino Gabriel Curuchet.
La política del Gobierno regional que dirige Sergio Uñac de hacer del deporte un eje principal de su presidencia ha situado a San Juan como punto de encuentro para los amantes del ciclismo. En 2021, incluso, el Giro del Sol, otra carrera que se disputa a principios de año por la región, también opta a subir de categoría a 2.1 dentro de la UCI.
El crecimiento de la prueba ha venido acompañado del apoyo de patrocinadores y empresas colaboradoras, que la organización cifra en unas cien y que son básicas para que la internacionalización sea posible.
“Vemos el esfuerzo, la dedicación, el talento y el trabajo en equipo y si lo extrapolamos a la sociedad y a la política da resultados. Creo que el mejor legado es que la educación y el deporte son los mejores vehículos para transformar una sociedad. San Juan vive y ama el ciclismo, que ya está incorporado a nuestra propia cultura”, confiesa el gobernador Sergio Uñac.
El legado que la Vuelta a San Juan está dejando se puede resumir en la construcción de instalaciones como el velódromo de Pocito, el más grande de Sudamérica, que estará listo a mediados de 2021; la escuela de ciclismo creada en la región o el aumento exponencial de los hábitos ciclistas entre los más jóvenes, según un informe de la Secretaria de Estado de Deporte.
San Juan respira ciclismo y prueba de ello son las cerca de cincuenta mil personas que presenciaron a lo largo del circuito urbano la primera y la última etapa por las calles de la capital.
Una pancarta situada a la altura de la meta de la última etapa en la que se leía ‘Si la Vuelta a San Juan fuese en el cielo, moriría por verla’, bien podría ser el resumen del fervor que existe en la región sanjuanina por el ciclismo.