Por Diego Castillo
Carlos Alcaraz continúa dejando su marca en la historia del tenis a pesar de su juventud. A sus 21 años y 30 días, se ha unido al selecto grupo de la Armada masculina al alcanzar las semifinales de Roland Garros, siguiendo los pasos de figuras como Manolo Santana, Andrés Gimeno, Manolo Orantes, José Higueras, Sergi Bruguera, Álex Corretja, Albert Costa, Juan Carlos Ferrero, David Ferrer y Rafael Nadal.
En una repetición de los cuartos de final del año anterior, Alcaraz se enfrentó a Stefanos Tsitsipas, logrando el mismo resultado: una victoria para el español por 6-3, 7-6(3) y 6-4, asegurándose un lugar entre los cuatro mejores en un Grand Slam por quinta vez. Ahora se enfrentará a Jannik Sinner el próximo viernes, quien será coronado número 1 del mundo la próxima semana. Ambos jugadores han acumulado 50 victorias en los torneos de Grand Slam.
Alcaraz comenzó el partido con fuerza, rompiendo el servicio de su oponente y asegurando la primera manga con autoridad. Tsitsipas, buscando revertir la situación, se vio obligado a adoptar una estrategia más agresiva, acercándose constantemente a la red.
El público animaba al tenista español, quien logró otra rotura para tomar una ventaja temprana en el segundo set. Tsitsipas luchaba por encontrar respuestas mientras Alcaraz dominaba los puntos largos. La frustración del griego se hacía evidente mientras intentaba involucrar a la multitud en el partido.
Los dos jugadores habían cruzado caminos anteriormente en el Masters 1000 de París-Bercy en 2021, donde los seguidores franceses habían causado distracciones para Alcaraz. Sin embargo, esta vez, el español estaba decidido a no repetir esos errores. En el palco, el actor Ben Stiller mostraba su apoyo al joven talento.
La magia de Alcaraz no pasaba desapercibida, incluso atrayendo la atención de leyendas como John McEnroe durante el entrenamiento previo al partido. La central de Roland Garros se convertía en un escenario digno de los antiguos coliseos romanos, donde el público reaccionaba con entusiasmo a cada movimiento.
Aunque Alcaraz experimentó un pequeño revés al perder su servicio cuando lideraba 4-2 en el segundo set, logró recuperarse y forzar un desempate. La determinación y el juego sólido le permitieron asegurarse el set. Tsitsipas expresó su frustración hacia el ruido del español al golpear la pelota, pero fue Alcaraz quien emergió como el ganador, aprovechando las debilidades de su oponente.
La rivalidad entre Alcaraz y Sinner promete ser una historia fascinante en el tenis, con ambos jugadores destinados a asumir roles importantes en el deporte y a mantener una emocionante rivalidad en el futuro. A pesar de las preocupaciones físicas que rodean a ambos jugadores, están listos para enfrentarse en un duelo que podría definir el próximo capítulo del tenis mundial.
Mientras Alcaraz se recupera de un edema en su brazo derecho, el descanso adicional entre partidos le brinda la oportunidad de prepararse para su próximo desafío. Aunque Tsitsipas pueda sentirse desanimado por su derrota, aún le espera el consuelo de competir en la tercera ronda de dobles con su hermano Petros.