Por; Diego Castillo
Federer fue dominante en la cancha, ganando 20 títulos individuales de Grand Slam entre 2003 y 2018 y pasando un total de 310 semanas en lo más alto de la clasificación masculina a lo largo de su carrera.
Fuera de la cancha, la estrella suiza demostró ser eminentemente comercial, adquiriendo una lucrativa cartera de patrocinios que lo convirtió en uno de los deportistas mejor pagados del mundo. Incluso el año pasado, cuando no jugó ni un solo torneo del ATP Tour, Forbes calculó que había obtenido unos ingresos brutos antes de impuestos de US$ 90,7 millones.
La comerciabilidad de Federer, en concreto su prolongado acuerdo de patrocinio con el gigante de la ropa deportiva Nike, es uno de los aspectos de la vida y la carrera de la estrella del tenis que se analizan en un nuevo libro, “The Roger Federer Effect”.
“Al escribir el libro, nos dimos cuenta de la enorme repercusión que tuvo Federer, no solo dentro del tenis, sino también fuera de él”, declaró el mes pasado Simon Cambers, coautor del libro, a Amanda Davies, de CNN Sport.
‘Él sabía que iba a ser grande’
Los principales actores del tenis mundial siempre alquilan casas cerca de The All England Club durante Wimbledon para celebrar reuniones y recibir a sus atletas.
“Allí, los atletas tienen un refugio seguro”, dijo Mike Nakajima, director de tenis de Nike durante 29 años. “Pueden venir a pasar el rato y nadie les pide fotos”.
Roger Federer se sentía muy cómodo en la casa de Nike cuando era joven, feliz de pasarse por allí, prepararse un bocadillo con jamón y queso y ver Wimbledon por la tele. En 2016, la casualidad quiso que la gente de Nike en Arthur Road, al otro lado de Wimbledon Park desde The All England Club, fueran prácticamente vecinos de los Federer.
“Teníamos una piscina cubierta y también una cancha de tenis en la parte de atrás. Estaba muy mal”, cuenta Nakajima. “Acabamos reasfaltando la cancha porque queríamos quedarnos en esa casa, le pusimos el logotipo de Nike y todo quedó muy bien”.