DOHA- El Mundial de pádel ya está aquí. El Qatar Ooredoo World Padel Championship -nombre oficial del torneo- alza el telón en Doha, Qatar, y lo hace para acabar con fantasmas del pasado, presentarse al mundo como un evento y corroborar las buenas perspectivas de este deporte.
Y es que el Campeonato del Mundo de pádel llega un año tarde, pero llega mejor. La máxima de las citas internacionales por selecciones se celebra del 15 al 21 en la capital de Qatar, Doha, y lo hace con un gran despliegue de medios y con el claro fin de convertirse en altavoz de la realidad que asume ya este deporte.
Porque la última cita mundialista, la de Paraguay, no estuvo a la altura. Por todos es conocido qué sucedió, cuáles fueron los problemas y cómo acabó todo, pero las cosas han cambiado mucho desde entonces. El pádel es, quizá, otro y prueba de ello es la ambiciosa propuesta que enarbola la Federación Internacional de Pádel (FIP).
Una propuesta que pasa por un escenario y un marco incomparable. El Khalifa International Tennis Complex, sede uno de los más afamados torneos de la WTA, acoge este evento y lo hace con los halagos de todos los que, hasta la fecha, han podido ya disfrutar su montaje y del trabajo conjunto de la FIP junto con la Qatar Tennis Federation.
Un Mundial que tendrá, y mucho, que contar en lo deportivo. España y Argentina, Argentina y España, son las claras favoritas en el plano deportivo y todo apunta a sendas finales en las modalidades masculina y femenina tras haber quedado englobadas en grupos diferentes al partir como cabezas de serie.
El grupo A- se medirán España, Chile, Reino Unido y Estados Unidos, en el apartado masculino, y la albiceleste -grupo B- a Uruguay, México y Dinamarca. En categoría femenina, el combinado español tendrá como compañeros del grupo A a Brasil, Paraguay y Japón, mientras que el argentino compartirá fase de grupos en el B con México, Uruguay y Reino Unido.
Un Mundial que no será, eso sí, solo España y Argentina. Cierto es que ambas son las claras aspirantes a los títulos y algo más que hipotéticos finalistas, pero esta cita mundialista permitirá contrastar el claro crecimiento de esta disciplina deportiva en otros muchos países donde el pádel ha pasado de ser un reducto a algo a tener en cuenta.