LOS ANGELES. Enes Kanter siempre ha sido un tío molón. Su estilo de juego, siempre centrado en el ataque y nada en la defensa, con mucha producción en pocos minutos, una capacidad reboteadora innata y grandes movimientos en la zona, han provocado que el pívot sea un ídolo para los aficionados. Eso, y su carácter, desparpajo, verborrea y capacidad para hablar sin pudor, claro. Pero, además de todo eso, tiene un discurso muy marcado, se ha posicionado claramente en contra del presidente de Turquía, Erdogan, y se ha mostrado favorable a la cultura del jugador empoderado y en contra de Donald Trump y de los crímenes raciales que han sacudido Estados Unidos en general, y la NBA en particular, durante los últimos tiempos.
Ahora, Kanter ha vuelto a ser protagonista. Pero en esta ocasión, sus palos han ido dirigidos a la mayor referencia de la competición, la cara de la mejor Liga del mundo y toda una leyenda: LeBron James. La estrella de los Lakers se metió de lleno en el debate de las vacunas del coronavirus que ondea ahora encima de una NBA que no ha sabido controlarlo. La Liga se ha convertido en portavoz de los antivacunas por unos días y Kyrie Irving vuelve a estar, cómo no, en el centro del meollo. Adam Silver, inteligente ante todo, ha dejado que la cosa siga su curso y las voces pasen a hablar en susurros mientras pone más restricciones para los que no se vacunen y consigue, sin hacer demasiado, que gente como Andrew Wiggins ceda a la presión social.
En medio de todo el asunto, LeBron habló. En el Media Day de los Lakers, la estrella aseguró estar vacunada… pero también dijo que era escéptico en el inicio y que lo hizo por su familia. Un discurso bastante ambivalente para un tema tan grave y que no ha gustado a todo el mundo. Entre ellos, Enes Kanter, que considera que la posición debe ser mucho más radical en este aspecto. Y, como suele hacer, no se ha quedado callado y ha dado su opinión, apaleando ligeramente a LeBron y demostrando que da un poco igual quién diga una ofensa, siempre que él considere que va en contra de su cadena de valores.
“Cuando lo escuché, me sentí muy decepcionado y pensé que era ridículo. Obviamente, LeBron James es uno de los rostros de la Liga, y debería ser el primero en salir y decir: ‘Escuchad, todos. He recibido la vacuna y estoy alentando a todos: a mi comunidad, a todos los aficionados del baloncesto y a los de los deportes en general, a ponerse la vacuna para que podamos salvar otras vidas. Espero que pueda informarse sobre esta vacuna e inspirar y animar a otras personas a su alrededor“. En fin, poco más que añadir. Más claro, agua.