SIN RUIDO, OTRA GRAN TEMPORADA PARA RAMIREZ

CLEVELAND. Los Indios no han tenido muchas razones para sentirse orgullosos de su ofensiva esta temporada. El equipo ha recibido tres juegos sin hit ni carrera, sin contar un no-hitter de siete innings que les lanzaron en Tampa Bay. La floja e inconsistente ofensiva no sólo ha jugado un rol clave para que el equipo esté cerca de terminar con su primera temporada de récord negativo desde el 2012, sino también en el hecho de que el dominicano José Ramírez esté volando bajo el radar.

Una vez más, Ramírez podría encontrar su nombre en una buena cantidad de boletas para el premio Jugador Más Valioso de la Liga Americana, incluso si sus números están siendo opacados por los problemas colectivos del equipo.

“Es bien impresionante”, dijo el venezolano Andrés Giménez, infielder de Cleveland. “Todos aquí sabemos lo que es capaz de hacer, y es muy bueno poder jugar al lado suyo y ver cómo hace su trabajo”.

Esto no es nada nuevo para Ramírez, quien ha sido el corazón del club durante ya varias campañas. Al margen de un bajón hacia finales del 2018 que se extendió hasta la primera mitad del 2019, Ramírez ha sido tan consistente como cualquier otro jugador en las Mayores. Desde que inició la temporada del 2016 y hasta la jornada del viernes, Ramírez estaba entre los 10 mejores en las Grandes Ligas en varias categorías: fWAR (tercero, 32.6, detrás de Mike Trout y Mookie Betts), bases robadas (séptimo, 132), carreras anotadas (empatado de octavo, 519) y carreras empujadas (10mo, 489).

“Yo lo había visto de lejos, compitiendo en su contra”, dijo el manager interino de los Indios, DeMarlo Hale. “Empecé a notar cosas en el Spring Training. La forma en la que hace su rutina, esa ética de trabajo diaria, por decirlo de una manera. Incluso cuando no estaba jugando en el juego de ese día. Los buenos jugadores son así. Y él está allí junto a ellos… Es uno de los mejores del juego, y eso es lo que hacen ellos. Trabajan constantemente. Ha sido fantástico verlo trabajar y ver la temporada que está teniendo”.

Y Ramírez todavía tiene la oportunidad de unirse a una compañía todavía más élite en la última semana de la temporada.

Su jonrón de dos carreras en el primer inning del juego del sábado fue su número 36 de la temporada, colocándose a tres de su tope persona. Ramírez también tiene 99 carreras empujadas, 30 dobles y 26 bases robadas este año. Si es capaz de dar cuatro bambinazos más, robarse otras cuatro bases y llegar a 100 fletadas, se convertirá en apenas el octavo jugador desde 1920 (cuando las carreras empujadas se convirtieron en una estadística oficial) con al menos 100 remolcadas, 40 vuelacercas, 30 dobles y 30 bases robadas en una temporada, uniéndose a Ryan Braun (2012), Jeff Bagwell (1997, 1999), Alex Rodríguez (1998), Larry Walker (1997), Ellis Burks (1996) y el cubano José Canseco (1988).

“Cuando uno habla de su poder, la amenaza robando bases, él probablemente sabe dónde está parado”, siguió Hale. “Pero a mí lo que más me gusta es su forma de hacer las cosas. Todo se trata de ganar juegos. Tú lo oyes en el dugout, y ves que se molesta cuando a veces no responde”.

Toda la atención está puesta en Shohei Ohtani y el dominicano Vladimir Guerrero Jr. cuando se habla de la votación del JMV de la L.A. – y con buenas razones – pero Ramírez ha encontrado la forma de mantener su forma en la conversación con su bate y también por el hecho de haber llegado a la jornada del sábado con nueve Carreras Defensivas Salvadas, empatando su tope personal. Ha finalizado entre los tres mejores en la votación del JMV en tres de las últimas cuatro temporadas, y aunque probablemente no será finalista en el 2021, su nombre definitivamente aparecerá en muchas boletas nuevamente.

“Es el mejor tercera base de la L.A. y probablemente de la liga”, dijo el abridor de los Indios, Eli Morgan. “Viendo lo mucho que se divierte jugando. La forma en la que actúa en el dugout. Qué él sea ese tipo de persona y además un jugador tan bueno, es viendo divertido y bien cool ver eso”.