MADRID. Ibrahim es el único jugador de tenis de mesa sin brazos del mundo. Los perdió en una accidente y empezó a entrenar a escondidas… ahora es profesional. Su técnica y coordinación son asombrosas: sin brazos ha logrado convertirse en uno de los mejores jugadores de tenis de mesa paralímpico compitiendo con la pala en la boca y disputando cada pelota con el movimiento de su cabeza.
Ibrahim Elhusseiny Hamadtou, nacido en 1973, es la sensación de los Juegos Paralímpicos: su técnica de sacar con el pie y jugar con la boca está dando la vuelta al mundo: “Es normal que la gente se sorprenda, es algo impresionante de ver“.
El tenista de mesa egipcio se pone la pelota en el pie, la eleva a media altura y, con el gesto de su cabeza, la manda al otro lado de la mesa para tratar de ganar a sus rivales. Es su forma de jugar y también su forma de mostrar al mundo que, pese a su discapacidad, no hay barreras que se lo impidan.
Perdió los dos brazos con tan solo 10 años, cuando cayó a unas vías del tren en su Egipto natal: “No recuerdo cómo pasó, pero desde ese momento sabía que no me pondría límites”.