NUEVA YORK. Carlos Alcaraz ya es historia del US Open porque, con 18 años y 123 días, se ha convertido en el tenista más joven en plantarse en los cuartos del torneo dentro de la Era Open.
El murciano, que venía de eliminar a Stefanos Tsistsipas, número tres mundial, dio continuidad a su buen juego y derrotó a Peter Gojowczyk por 5-7, 6-1, 5-7, 6-2 y 6-0, en 3 horas y 31 minutos.
Ni las cuatro horas y siete minutos que arrastraba del duelo con Tsitsipas pudieron con el nuevo fenómeno de la raqueta, que espera el martes al ganador del enfrentamiento entre Frances Tiafoe y Felix-Auger Aliassime. No hay rastro de ‘top10’ hasta unas hipotéticas semifinales.
El alemán, 141 del ranking y procedente de la previa, reventó al final ante un rival iluminado y con un potencial infinito.
Alcaraz saltó por primera vez a la pista Grandstand, la tercera en importancia del Billie Jean King Tennis Center, con la soltura con la que había terminado su tercera ronda con Tsitsipas.
Un revés paralelo a la línea le dio el primer ‘break’ en el juego inicial y disparó el marcador hasta un favorable 3-0. La grada estaba con él mientras la lluvia seguía amenazante sobre el cielo de Nueva York.
El partido no iba a ser un paseo y lo demostró Gojowczyk encadenando dos juegos. En la grada pasaban nervios los miembros del equipo del tenista de El Palmar, Juan Carlos Ferrero (entrenador), Albert Molina (agente en IMG) y Sergio Hernández (fisioterapeuta).
Alcaraz sacó para el set con 5-4, pero llegó la tercera rotura de su adversario. Con empate a cinco y dos puntos de 6-5 para el teutón, el juez de silla paró el duelo porque las líneas blancas patinaban al estar mojadas. Carlos le había advertido de ello al resbalar.
Los recogepelotas se dedicaron a secar el cemento con toallas. La interrupción fue de apenas cinco minutos. Volvió enchufado Gojowczyk para anotarse el primer set con una derecha larga y un revés que no pasó la red de la promesa del tenis mundial.
Los tiros planos del alemán sonaban a misiles cada vez que salían de su raqueta. A sus 32 años, hizo valer su experiencia a pesar de ser un novato a estas alturas de competición.
El español no quería rendirse y se fabricó un 15-40 al resto en la continuación. Se le escapó esa renta, pero no la tercera oportunidad. Volvía a estar por delante en el marcador. Firmaría las tablas cediendo un solo juego y se reactivaría con el apoyo de una afición que le idolatra.
Un globo le sirvió para aguantar el primer servicio de la tercera manga. Siempre es importante ir por arriba en el luminoso. Lo comprobó después de encajar su quinto ‘break’ en contra. Gojowczyk dominaba por 3-1 y había trasladado los nervios al otro lado de la red. El alemán se puso con un peligroso 0-30, que le situaba a las puertas de la cuarta manga. Sacó la casta el murciano para no rendirse.
A Carlos le costaba restar los saques con intención de su rival. Remó hasta el cinco iguales, levantando por el camino una bola de set en el décimo juego con una derecha que se estrelló en la red.
Lo que pasa es que volvería a perder el servicio inmediatamente después. El tenista de El Palmar disfrutó de una opción para forzar la muerte súbita, pero el tiro definitivo se fue directo a la red.
Gojowczyk se anotó el tercer set, que parecía la mitad del partido dada la intensidad de la batalla entre ambos. Alcaraz pedía el fisioterapeuta tras entregar su séptimo saque en el inicio del cuarto asalto. Empezaban a pesar las casi tres horas de partido.
Después de recibir un masaje a la altura del muslo de su pierna izquierda, regresó a la acción. Pasó de un 0-1 en contra a dominar por 4-1. A Peter se le había puesto cara de miedo cuando se vio más cerca de ganar cometiendo un carrusel de dobles faltas.
El dolor iba por barrios y fue el alemán quien se dolió de la pierna. Le aplicaron un vendaje kinesiotape y estaba tieso. No en vano, venía de la fase clasificatoria. A partir, de entonces, abusó de las dejadas porque no podía correr en los largos intercambios.