No está siendo este 2021 todo lo propicio que quisiera Rafa Nadal. Tras un 2020 marcado por la pandemia del covid, el tenista manacorí tenía depositadas sus ilusiones en que, pese a sus 35 años, todavía su cuerpo aguantara y fuera competitivo con la raqueta en la mano. Pero las lesiones, contra su voluntad, se han empeñado en echarlo de la pista este año en muchas ocasiones.
La última, el pasado martes, justo antes de su debut en el Masters de Toronto. Llegaba concienciado a quitarse la espina que, una semana antes en Washington, le había causado la derrota ante el sudafricano Lloyd Harris. Pero de nuevo las molestias en el pie izquierdo que arrastra de manera crónica se lo impidieron. Era el sexto torneo este año al que Nadal debía renunciar por culpa de un problema físico. Antes que Toronto ya dijo adiós a Rotterdam, Dubái, Acapulco y Miami, además de la sonada ausencia en los Juegos Olímpicos de Tokio y Wimbledon. Ambas citas eran una prioridad para él pero finalmente las ‘sacrificó’ después de “escuchar a su cuerpo”. Necesitaba descansar tras llegar agotado luego de una intensa temporada en tierra.
Maldita osteocondritis
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Su prioridad era evitar sobrecargas y preparar durante el verano la gira norteamericana para llegar lo mejor posible al US Open, pero los contratiempos de las lesiones se han empeñado en ponerle las cosas muy difíciles. Como la maldita osteocondritis del escafoides o enfermedad de Müller-Weiss que arrastra en su pie izquierdo desde 2004, cuando tras sufrir una fractura evolucionó a una artrosis que le produce un dolor persistente que soporta estoicamente.
Antes que el pie, fue la espalda la que le hizo claudicar en varios torneos. A principios de año, después de dos semanas de cuarentena en Adelaida, tuvo que infiltrarse en la zona lumbar. La lesión en su maltrecha espalda le obligó a reinventarse. No podía correr igual, ni usar su potente revés, ni sacar en condiciones, pero adaptó su juego al dolor, modificó su mecánica de saque, sus impulsos… Sus grandes golpes desde el fondo de la pista harían el resto. No llegaría a tiempo a competir en la ATP Cup por países pero, sin dolor y en plenitud, se presentaba en el Open de Australia, donde solo caería en una durísima semifinal de más de cuatro horas ante Stefanos Tsitsipas.
Pese a la derrota en el ‘grande’, Nadal acababa pleno de optimismo. Su rendimiento había sido altísimo. El esfuerzo, sin embargo, en tierras australianas no tardaría en pasarle factura. Apenas unos días después, los problemas en la espalda y el dolor regresarían. El balear se caía del cuadro del torneo de Rotterdam. Tampoco se presentaría en el Dubai Duty Free Tennis, ni en el ATP de Acapulco, ni tampoco en Miami. Se reservaría para la temporada en tierra.
Regreso al triunfo
Tras los sinsabores de tener que renunciar a varios torneos, en la arcilla, Nadal, por fin, se reencontraba consigo mismo… con permiso de su espalda. En primavera volvería a saborear el triunfo al proclamarse de forma brillante campeón del Barcelona Open Banc Sabadell derrotando a su verdugo en Australia, Tsitsipas, después de sufrir y remontar. Seguiría su buen estado de forma y juego nada menos que ante Novak Djokovic, al que sometería en el Foro Itálico en la finalísima de Roma. La racha se cortaría en ‘su’ torneo, en Roland Garros, donde el tenista serbio le robaría el trono en la tierra en semifinales. Aun así, Rafa no dramatizaría por la derrota. Y con dolor y con molestias, aún sigue luchando, como siempre ha hecho.
Cincinnati tampoco; peligra el US Open
Rafa Nadal tampoco disputará el torneo de Cincinnati, sexto Masters 1000 de la temporada, después de anunciar el día anterior su baja en Toronto (Canadá), debido a las molestias que continúa teniendo en el pie izquierdo y que no le dejan “disfrutar” del tenis. Así lo anunció el torneo de Cincinnati, que tampoco disfrutará del número uno mundial, Novak Djokovic, que este martes confirmó su ausencia.
El español confirmó su retirada del Western & Southern Open de la próxima semana, según comunicó la organización del propio torneo, que asimismo comunicó la baja de Raonic por una lesión en el talón. En principio, la presencia de Rafa en el US Open no correría peligro, pero a sus 35 años, su participación tras las últimas renuncias está en el aire, ya que Nadal debe salvaguardar la salud de cara a poder afrontar con garantías los torneos donde está presente.