Lanzada por el South China Morning Post, la historia de Li Yiyi, pequeña gran campeona de tenis de mesa de apenas 6 años, no deja indiferente a nadie: hay quien admira su tenacidad, hay quien critica a su entrenador y a sus padres por el rigor extremo de los entrenamientos, hay quien condena que la niña sea reprendida por llorar cuando le duele la muñeca de tanto machaque, hablando de “métodos brutales”.
A modo de respuesta a las voces de censura por la carga física y psicológica que soporta Li, su papá recalca que todo ello es sinónimo de “la dureza de la vida. No es fácil verla presa de las lágrimas, pero forma parte de la vida”.
Son precisamente esas lágrimas las que han hecho famosa a la deportista china, que tiene más de 3 millones de seguidores online, que llegó a ping pong hace unos 18 meses y que se proclamó ganadora de su grupo de edad en su primera competición oficial.